Si vas a vivir a otro país, deberás realizar diversos trámites
relacionados con extranjería e inmigración, y te pedirán certificados y documentos
expedidos por las autoridades de tu país. Para que estos documentos oficiales sean
válidos en un país diferente del país donde se emitieron, deberás legalizarlos,
y si están en otro idioma, traducirlos mediante traducción jurada.
La forma más común de legalizar un documento es mediante la Apostilla de La Haya, un trámite rápido y sencillo que exige un único sello. Pero cuidado: la Apostilla sólo permite validar algunos documentos públicos, y sólo es válida para los países firmando del Convenio de La Haya. Es un tema complejo y es fácil equivocarse. Te explicamos qué es la Apostilla de La Haya, para qué sirve, qué documentos la necesitan, y dónde ir para conseguir una Apostilla cerca de ti.
Legalización de documentos oficiales
Es muy habitual que las autoridades soliciten una Traducción
Jurada legalizada con Apostilla de La Haya. La mayoría de trámites que
requieren traducciones juradas para presentarlas en otros países, exigen previamente
que los documentos oficiales hayan sido legalizados correctamente. Pero, ¿cómo
se legaliza un documento oficial?
La legalización es un procedimiento que tiene por objeto verificar la autenticidad de un documento oficial. Normalmente supone la validación del autor del documento, su capacidad jurídica, el organismo o entidad que representa, el contenido del documento, la fecha, firma, y sellos del documento.
Para legalizar un documento oficial normalmente se recurría a la legalización diplomática o consular, que supone acudir a las embajadas y consulados del país emisor del documento, como autoridades competentes para validar la autenticidad de un documento emitido por su país. Pero este procedimiento de legalización es lento y farragoso, poco acorde a la velocidad de los tiempos modernos. Se hacía necesario buscar una alternativa más rápida y eficaz.
¿Qué es la Apostilla de La Haya?
La Apostilla de La Haya es un procedimiento abreviado de legalización que permite validar la autenticidad de un documento público. Es un trámite rápido y sencillo, mucho más práctico que la farragosa legalización diplomática o consular, válido para todos los documentos que hayan sido emitidos y vayan a ser presentados en países firmantes del Convenio de La Haya de 1961.
Origen de la Apostilla: el Convenio de La Haya
El Convenio de La Haya reemplaza el engorroso proceso
tradicional de legalización por una única formalidad: la emisión de un
certificado con forma de sello llamado Apostilla. La Apostilla de La Haya,
emitida por el Estado donde se emitió el documento, certifica la autenticidad
del origen de un documento público de manera que, una vez traducido (si se
requiere), pueda ser presentado en otro país firmante del Convenio.